He perdido tantos recuerdos,
y mi camino sigue sin mostrar un horizonte alentador.
He basado mi existencia en los deseos
pero mi apetito por la vida se ha esfumado de repente.
Intento dejar en mi memoria
aquel buen hombre que conocí en noches de verano llenas de insomnio
y siempre me topo con la dura realidad de que ya no existe.
Un hedor lleno de vergüenza
putrefacto malestar de mis vanidades
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