My faith in you

¡Sofocá ese perverso instinto de querer darle a todo una explicación!
Reformularse una y otra vez esa pregunta sólo para que puedas
responderla con más preguntas hasta que tus pupilas
te sangren por no parpadear. Te quedás sola, cantas y bailas solitaria
en compañía de animales que no son bienvenidos a este antro; despiertan
poco a poco los vivos, los pensantes, aquellos que al verte propasar
una y otra vez tus propios límites te bombardean
con insultos, reclamos e incoherencias del mismo estilo,
que no aceptan explicación alguna. Desaparecen. Otra vez las preguntas,
verdades o banalidades...ya no sé distinguen las prioridades
a esta altura del día o la noche ¿cuál es la diferencia entre el principio y el fin?
Televisión encendida, buscas un lugar cómodo como para que
no sean tan evidentes tus ganas de esfumarte de esa pocilga infernal
a la que te sometes (¿o nos someten?), y es en ese instante,
ese preciso instante en el que todo parece estar conectado
por alguna estúpida razón, cuando te das cuenta de que hasta l
a misma televisión tiene más coherencia que tus ideas;
visualizas el decadente panorama que sos capaz de brindar para el afuera.
Normalmente ese es el punto en el que digo "bueno, me voy a dormir".

sedative, it was my hero