Son estos momentos en los que el resto del mundo parece nunca haber existido. Contempla la quietud de pequeñas inagotables muestras de vida inteligente en este planeta...
soberbia me agobias, me ciegas ilimitadamente
¿cuántas almas habré ignorado por el simple hecho de negarme a su apertura emocional?
No lo sé, Mariel. Me gustaría que comenzaramos hoy una nueva estrategia de vida. Quiero que avancemos, miremos lejos, neguemos el pasado que hace tanto ruido en el presente; el futuro es el futuro.
Yo no quiero un futuro, no quiero un pasado ni tampoco un presente. No quiero tiempos, no quiero gente contandolos por mí. Sólo quiero ser yo, ser nadie, ser alguien, ser...sólo ser. Quiero mirar hacia cualquier dirección con ojos sorprendidos, con ideas originales. Dragar entre la muchedumbre y ver miles de colores, luces, oscuridades, vacíos, transparencias, cielos, vórtices, retazos de existencia plasmados en un interminable lienzo sin horizontes. Decir que vivo fuera de esquemas y que no encasillo a nadie porque tampoco conozco forma alguna de hacerlo. Reinventarse todos los días aunque siempre alguien te aplaste, ignorar el sometimiento psicosocial diario y constante. Ignorar que existen recuerdos "malos": tomarlos, exprimirlos, permitir que nos vuelvan cada vez un poco más sabios. Incluso expresarse aún cuando la inspiración sea escasa y no hayan ganas, como ahora.
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